La prevención del lavado de dinero (LD) y el financiamiento al terrorismo (FT) es hoy por hoy un tema con alta prioridad tanto a nivel nacional como internacional, pues se trata de fenómenos complejos con graves implicaciones económicas y sociales, en tanto permiten al crimen organizado financiar y mantener sus organizaciones delictivas, lo que además de generar inseguridad pública y desestabilización social, puede dañar severamente la reputación de ciertos sectores o entidades financieras y, en última instancia, la reputación del país.